Un 99% de las mujeres cometemos este error. Los hombres también, aunque no es tan obvio.
Antes de salir de casa pasamos horas en frente del espejo, escogemos bien la ropa que nos pondremos, cuidamos cada detalle para ser perfectas.
Cuando estamos en casa, sin embargo, nos ponemos cualquier cosa, no nos importa si llevamos o no maquillaje, nos da igual el pelo y la manicura.
La mayoría diréis que es por comodidad o falta de tiempo (sí, yo también me he mentido a mí misma muchas veces) pero la verdad es que simplemente no tiene sentido.
Si nos arreglamos lo hacemos por: 1. nosotras mismas, porque nos amamos y deseamos sentirnos hermosas y 2. nuestra pareja que es la segunda persona más importante en este mundo.
Resulta que nos importa más la opinión de los amigos y/o compañeros de trabajo o, peor aún, la opinión de personas que no conocemos.
No sé las otras mujeres, pero yo quiero sentirme bien conmigo misma, quiero verme hermosa y radiante tanto dentro de casa como fuera.
Porque lo hago por mí. Yo soy la persona más importante en mi vida y mi opinión sobre mi misma es la que más peso tiene.
Llamadme superficial…
Huellas en mi alma 
Tienes totalmente razón querida.
😉 me alegro de que no sea la única en pensar así…