Tengo bastantes amigos. Algunos muy cercanos y otros no tanto. Desde el exterior parezco una persona “muy popular” pero la verdad es que no tengo nada de especial. Pero trato a los demás de la mejor manera posible.
Hace tiempo aprendí una cosa muy importante: nadie es perfecto. Todos tenemos cosas que son difíciles de aceptar. Y está claro que lo más sencillo es centrarse en lo difícil. Pero yo decidí ver solamente las cosas positivas.
Siempre recuerdo que es lo que me gusta de alguien y por qué le quiero. Y lo digo a menudo. Todos mis amigos saben que les quiero. Porque se lo muestro y lo digo con y sin una razón especial.
Y nunca dejo de sentirme agradecida por todas las personas que forman parte de mi vida.
El mundo no es perfecto y los seres humanos no somos perfectos, pero no hay nada más maravilloso que la belleza de un alma
Está claro que nunca podremos amar y aceptar incondicionalmente a todo el mundo, pero eso está bien.
Pero si decidimos que alguien tiene una energía compatible con la nuestra más vale saber ser agradecidos.
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