Me gusta dar, me encanta regalar y ver la alegría en los ojos de los demás. No estoy hablando de intercambiar nada sino de algo que ya no se ve mucho: El dar sin esperar nada del otro. El dar por el placer de dar.
Cuando ofrecemos esperando algo a cambio no estamos ofreciendo nada realmente. Estamos simplemente intercambiando, negociando. Dar por el placer de dar gratifica al dador y al receptor.
La recompensa es ver en los ojos del receptor esa mirada de agradecimiento. El poder de hacer al otro feliz es el mejor pago para el que da.
Hay un refrán hindú que dice que ‘‘Lo que no se da se pierde’’ y eso incluso sirve para la felicidad, porque somos más felices dando que recibiendo y está demostrado que ser transmisor de felicidad da mayor emoción que recibir…
muy de acuerdo!! hermosa photo HEmma
Gracias, Leyla..tomar fotos no es del todo lo mio pero mira que de vez en cuando 😀 Abrazos!
Coincido contigo, también me gusta regalar sin esperar nada a cambio.
Un abrazo y buen día.
Abrazos, Isabel! :*
Bello querida amiga. Hay que dar hasta que duela decía la madre de Calcuta.
Exactamente! Pero dar a mi no me duele en absoluto 😀